El hábito de ponerse máscaras o disfrazarse el 31 de octubre (fecha en que se celebra Halloween) data de hace más de 2.000 años con la única idea de evitar ser reconocidos por los fantasmas.
En esa época los celtas, en el Norte de Irlanda, le daban la bienvenida al invierno y al final de las cosechas encendían grandes fogatas en los cerros para ahuyentar a los espíritus, en un día (previo al Día de los Muertos) en el que supuestamente los difuntos regresaban al mundo de los vivos para visitar sus hogares.
La tradición fue mutando con el paso de los tiempos y se volvió más comercial en el siglo XX con la llegada de los inmigrantes irlandeses a Estados Unidos. Al inicio, los disfraces estaban relacionados con temas de la muerte, espantos, brujas, vampiros o fantasmas, pero se extendió más allá, primero con los superhéroes y luego con personajes de la televisión y el cine.
En Colombia es una fiesta relativamente joven de unos 50 o 60 años que comenzó con los niños y luego se extendió a los adultos.
La tradición irlandesa usaba los nabos (un tipo de rábano) para hacer linternas y usarlas la noche del 31, pero con la llega de los inmigrantes de EE. UU. estos descubrieron la calabaza, que comenzaron a tallar con rostros de provocaban miedo.
Nos gusta el miedo
Sobre la fascinación el hombre por los temas de terror, en especial en el cine, la televisión y literatura, con personajes que luego se convirtieron en terror, la psicóloga Marta Gutiérrez Restrepo, docente de la Facultad de Psicología de la Universidad CES, explicó en charla con EL COLOMBIANO que los humanos se sienten atraídos por el reto de superar, vencer o dominar el miedo. “Probamos ser valientes jugando con estas emociones. Dominar es una palabra clave”.
Prueba del tema es que el cine ha explotado casi desde sus inicios los monstruos y seres sobrenaturales con cintas como Frankenstein, Drácula, las brujas o los zombies.
Sin embargo, con el paso de los años ya los monstruos, vampiros y zombies no asustan a casi nadie, ahora las nuevas generaciones buscan historias que relaten hechos reales, en especial crímenes que quedaron registrados en los medios de comunicación, las redes sociales o que se han convertido en mitos urbanos.
“Les interesan historias pertubadoras, sangrientas, que le pueden pasar a cualquier persona, en cualquier parte del mundo”, destaca el profesor de literatura Carlos Aguirre.
Los de moda
Para este año los trajes de horror, aunque siguen siendo tendencia, no son los más buscados para celebrar Halloween,fecha que en nuestro medio también se conoce como el Día de los Brujitos.
De acuerdo a información entregada por Mercado Libre, el disfraz de Barbie (en todas sus modalidades) fue el más vendido en Colombia en el ecosistema de e-commerce en los últimos dos meses, con una amplia variedad de opciones tanto para niños como para adultos.
En Colombia se ofrecieron 1.400 opciones de disfraces de Barbie, de los cuales casi 663 son nacionales y 776 son internacionales, con precios de 96,832 pesos para adulto y 95.568, para niños. De igual manera las palabras Barbie, Payaso y Harley Quinn son algunos de los términos más buscados sobre los temas disfraces y Halloween en Colombia en los últimos 30 días en Google.
Lo que sucede con Barbie se repite periódicamente de acuerdo al éxito de las películas o series de televisión. Hace un par de años se popularizó el traje de los ladrones de La Casa de Papel, la producción española que fue un éxito en Netflix.
También había sucedido con el personaje Harley Quinn, cuando hizo su aparición en la película Escuadrón Suicida, rol que interpretó Margot Robbie, que curiosamente este año también es tendencia por personificar a Barbie.
Para este 2023 también son tendencia los disfraces de Wednesday, de la familia Adams (Merlina en español), los personajes de la película Guardianes de la Galaxia, El juego del Calamar, Super Mario Bros y Luigi y, obviamente, Kent, el inseparable compañero de Barbie.
Fuente: www.elcolombiano.com
