Un gran jurado acusó al Departamento de Policía de Hanceville de operar como una empresa criminal. El departamento, compuesto por ocho oficiales, fue señalado por corrupción y mala conducta, según el jurado del condado de Cullman.
Cinco agentes y la esposa de uno de ellos enfrentaron cargos por delitos graves y menores, tras una investigación exhaustiva. Las acusaciones incluyeron manipulación de computadoras y distribución de drogas.
El fiscal de distrito del condado de Cullman, Champ Crocker, informó que los cargos también comprendían la solicitación de delitos con sustancias controladas y abuso de poder. Los agentes habrían manipulado pruebas y utilizado bases de datos criminales de manera indebida.
Crocker detalló que la cultura de corrupción en el departamento incluía el uso de drogas durante el servicio. Las acusaciones mencionaron inyecciones de drogas y distribución de sustancias controladas entre agentes y a terceros.
En una conferencia de prensa, Crocker reveló que los agentes usaron un palo de escoba para forzar la entrada a la sala de pruebas. Se supo que se accedía a la sala a través de un agujero en la pared.
El jefe de policía Jason Marlin, de 51 años, junto con cuatro oficiales y la esposa de uno de ellos, fue acusado de 26 cargos criminales. El caso ha conmocionado a la comunidad de Hanceville.
Las acusaciones subrayan un problema sistemático dentro del departamento, que ha llevado a una profunda revisión de sus operaciones. Las autoridades locales continúan investigando para restablecer la confianza pública.
