Por Soledad Durazo
Son con este once años, que no por tantos, me resuelven lo complicado que me ha resultado sentarme cada 4 de junio a escribir algo que contribuya a evitar que el paso del tiempo arroje el a veces inevitable olvido.
Siento que nada alcanza para describir, para dimensionar, para responsabilizar y mucho menos para aliviar.
Y encuentro en el abono al recuerdo, y en consecuencia la apuesta por el no olvido, la hasta ahora más útil de las aportaciones que desde mi actividad profesional puedo hacer.
Bueno, quizá fue aquel 4 de junio cuando recordaba la liberación el primer día de aquel año, de Delia Botello, con quien sostuve una larga conversación ante las cámaras de TV Azteca mientras estaba recluida en el CERESO de Hermosillo purgando una condena porque como Coordinadora de guarderías del IMSS en la supervisión aplicó, el Chek List que la institución ordenaba y con base en ello firmó la autorización correspondiente para que la guardería ABC siguiera funcionando…sí el hilo se rompió en aquella ocasión por lo más delgado… y lo más delgado del hilo suele ubicarse donde están los más jodidos.
Estamos viviendo ahora momentos diferentes, circunstancias que antes como humanidad a esta generación no nos había tocado.
La ya tradicional marcha desde lo que queda de las instalaciones de la guardería hasta las escalinatas del Museo y biblioteca de la Universidad de Sonora, no se llevará a cabo… no escucharemos ahora el sordo golpe a los tambores, no veremos las 49 banderas hondear, tampoco las carreolas serán empujadas…ahora los pies de cientos de hermosillenses, pero particularmente de los familiares de las víctimas, no serán movidos con afán, a veces empujados, y muchas otras anclados por el dolor que cargan sobre ellos.
Volveremos a ver las imágenes de hace once años y volveremos a revivir aquella tarde gris y a respirar el denso ambiente que nos envolvió y nos hermanó en el dolor, la búsqueda de explicación, la incomprensión a las respuestas y la insatisfacción que indigna y frustra porque no hay justicia que alcance, porque no hay justicia que llegue.
Hermosillo no debe olvidar aquella tragedia en la que un incendio que, provocado por la mano del hombre (de acuerdo con el peritaje oficial del perito estadounidense David Smith) se salió de control, llegó al inmueble que funcionaba como guardería, con medidas de seguridad que no respondían a las necesidades, como resultado murieron 25 niñas, 24 niños y otros 106 resultaron lesionadxs.
Y mientras llega la justicia, sigamos abrazando el recuerdo para que no llegue el olvido.
La espina clavada de Célida
La coordinación de acciones entre los niveles de gobierno y la comunicación fluida son elementos básicos para la implementación correcta de acciones que arrojen un mejor resultado. Lo es en la cotidianidad y con mayor razón en situaciones extraordinarias.
Las posturas y políticas asumidas o la ausencia de éstas desde el gobierno federal han sido interpretadas por no pocos gobiernos estatales, como el intento de la federación por tratar de responsabilizar a las entidades en decisiones que no les corresponden y han señalado también la falta de acción en temas que deben venir desde el gobierno federal.
Y el fenómeno se da en los siguientes niveles. Por ejemplo, la alcaldesa Célida López trae una espina clavada. En su interpretación de los acontecimientos ha sentido que la autoridad de salud estatal quiere endilgar a los municipios, la responsabilidad que debe asumir. Así lo dejó sentir en un encuentro virtual al que fuimos convocados otros colegas periodistas y yo.
Y externa también preocupación porque se dé y por la forma en que se dé el tránsito hacia la nueva realidad que, paso a paso y día a día, tendremos que ir conociendo, adaptando y dominando, porque “es una carrera de resistencia no de velocidad”.
Consciente también de la necesidad de sumar esfuerzos y coordinar acciones, defiende la idea de que desde el Consejo Estatal de Salud se determinen acciones que sean de observancia general para todos los municipios del estado para propiciar un paso más acompasado que reduzca los contagios y la reactivación de las actividades se dé sin mayores riesgos. La alcaldesa insiste en la realización masiva de pruebas de COVID a población abierta y en puntos de congregación de personas; la reducción de horarios en diversos establecimientos y la aplicación de medidas como el “Hoy no circula”.
Y ya en temas de la “grilla” local, lo que no le deja una espinita clavada, es la integración de Lilly Téllez a la bancada panista en el Senado: “Me da risa; no saben los panistas lo que se echaron encima…no bien se va al PAN cuando da su apoyo a Alfonso Durazo para la candidatura de Morena