Por Demian Duarte.
Este 8 de marzo, que es Día Internacional de la Mujer, nos encontramos exactamente donde mismo, como si esto se repitiera una y otra vez como aquella vieja película de los años ochenta del Día de la Marmota y como si despertaremos muchas veces en el 8 de marzo, con la mismas noticias.
“Crecen los feminicidios…”
“Criminalizan a las mujeres…”
“Suben los índices de violencia a las mujeres…”
Y no se trata solo de Sonora, donde sabemos que tenemos un grave problema que no se ha podido resolver, porque en este caso como en todas las situaciones, el primer paso es reconocer que se tiene para actuar en consecuencia.
A nivel país apenas el miércoles se daba a conocer un plan integral de protección a las mujeres contra la violencia, acompañado de la horrenda noticia de que en el 2018 fueron víctimas de este odio que muchos hombres profesan hacia el género femenino un total de 3 mil 680 féminas, por supuesto esa estadística incluye casos encontrados, no observa desaparecidas, no contempla los casos de mujeres víctimas de todo tipo de violencia, sea física, sexual o económica, política, o institucional, porque en efecto existe todo tipo de violencia hacia ellas, no somos solo los hombres, hay muchas mujeres que son más machistas que los llamados machos mexicanos y hay muchas instituciones de gobierno que ejercen la discriminación y la violencia de género en contra de quienes dicen proteger.
El detalle es que parece que nos acordamos de este terrible problema que padecemos como sociedad, exclusivamente los 8 de marzo, y me preocupa, porque soy padre de 2 mujeres, tengo pareja, tengo madre, convivo de manera casi cotidiana con 2 mujeres que ejercen el poder en mi estado y en mi municipio y en mis labores profesionales también me encuentro y trabajo con una multitud de mujeres.
El asunto es que han pasado los meses y los años y no veo que en los hechos se de un cambio y la violencia y la discriminación hacia las damas persisten e incluso muchos hombres ahora insisten en que lejos de diseñar leyes que pongan el piso parejo para hombres y mujeres, o que protejan a las féminas, ahora tienen en mente la obtusa idea de que las leyes las favorecen a ellas y desfavorecen a los varones.
Por favor señores, las leyes fueron diseñadas por hombres para favorecer a los hombres y las mujeres se deben de enfrentar a muchas situaciones que para nosotros resultan extrañas, desde el acoso sexual, hasta la discriminación por ser mujeres, misma que llega incluso al grado de ser tan común en los centros de trabajo, que a muchas mujeres les pagan menos que a sus pares hombres, por realizar las mismas labores y desempeñar el mismo nivel de responsabilidad.
El machismo está tan enquistado en nuestra cultura que incluso hay mujeres en posiciones de poder, que ejercen esa misma discriminación que se supone es exclusiva de los hombres hacia ellas, y lo hacen por el simple hecho de que pueden o porque quieren.
Vamos hay incluso madres que les inculcan a sus hijos la idea de que hay mujeres de primera y de segunda y los instan a aprovecharse de ellas mientras puedan.
Como sociedad que pretende avanzar y dejar atrás esas taras, no podemos simplemente persistir en esas prácticas, tenemos que actuar y claro la mejor forma de hacerlo es con una actitud a favor de este enfoque.
La presidenta municipal de Hermosillo Célida López Cárdenas se ha distinguido por haber dejado atrás esa actitud y por haber creado el primer gabinete paritario, donde hay el mismo número de mujeres que hombres en cargos de alta responsabilidad, lo que es un avance importante en el caso de Hermosillo.
La gobernadora Claudia Pavlovich acaba de lanzar 3 propuestas de reformas al código penal y a las leyes vigentes a fin de penalizar con mayor severidad los casos de violencia física, violencia sexual y violencia política contra la mujer, lo que me parece un avance importante, pues en el Congreso del Estado, hay por primera vez en la historia un equilibrio entre el número de diputadas mujeres y legisladores varones, y hay también por vez primera conciencia en el asunto del género.
Creo que es hora de que actuemos como sociedad y de que evolucionemos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó una serie de políticas y medidas enfocadas a proteger a las mujeres y dio marcha atrás a la equivocación de recortar recursos a los refugios para mujeres maltratadas.
Es la hora de cuidar a nuestras parejas, a nuestras hijas, a nuestras madres, a las compañeras de trabajo, a las vecinas y las amigas, dejar que hacer a las mujeres víctimas y mejor hacerlas copartícipes del crecimiento que podemos tener como sociedad.
Como se repite el cambio es hoy y está en nosotros.
No permitamos que ni una sola mujer más sea víctima de la violencia o de la discriminación.
Seamos serios al respecto y repitamos ¡ni una más¡¡¡¡ y actúenos en consecuencia.
Correspondencia a demiandu1@me.com