La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, se reúne hoy en Bruselas con los líderes de los 27 países de la Unión Europea (UE) para tratar de destrabar el plan de la salida británica del bloque de naciones (conocida como Brexit).
Al dirigirse a la Cámara de Diputados en la tradicional sesión de los miércoles antes de partir a Bruselas, la primera ministra aseguró que su plan «no está muerto» y que busca una solución después del periodo de transición de dos años.
May afirmó que el plan temporal de Reino Unido es para tratar de “cerrar la brecha entre el periodo de implementación de la salida y el comienzo de la futura relación”.
Reino Unido abandonará el mercado común y la unión aduanera en marzo de 2019, pero la situación en la frontera irlandesa sigue en el aire.
La provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda (Unión Europea) mantienen una frontera invisible por la que a diario transitan 35 mil personas y miles de productos.
Una vez que Reino Unido abandone la UE la gran interrogante es qué pasará en la frontera entre las dos irlandas.
Reino Unido y Bruselas intentan destrabar justamente lo que es considerado el punto más álgido y delicado en las negociaciones.
Nadie quiere un regreso a una frontera dura, pero tampoco otorgarle un estatus especial indefinido a Irlanda del Norte que lo separe comercialmente del resto de Reino Unido.
Se espera que Reino Unido abandone la UE en marzo de 2019, con un periodo de transición de dos años que podría extenderse a tres años -una propuesta que no ha sido bien recibida por los euroescépticos de línea dura.
Este miércoles la primera ministra británica se reunirá con el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y del Consejo Europeo, Donald Tusk, para tratar de destrabar las negociaciones para abandonar la UE.
En tanto, Reino Unido, Francia y Alemania trabajan en un plan de contingencia en caso de que la partes no lleguen a ningún acuerdo, un escenario que debido a la falta de avances no es imposible.