#Mundo La operación Warp Speed, más rápido que la luz en español, es una estrategia de Estados Unidos para adquirir 300 millones de vacunas y tratamientos suficientes para encarar el Covid-19 en 2021, pero que podría dejar sin acceso temprano a otros países.
“Me parece muy preocupante que las acciones que está tomando Estados Unidos puedan servir para acaparar vacunas y medicinas contra la Covid-19”, dijo el profesor Lawrence Gostin, director del Instituto de Salud Global de la Facultad de Derecho de Georgetown.
En teoría el Gobierno estadounidense podría hacer esto, debido a que el acuerdo que garantizaba a todos los países el acceso a la vacuna era promulgado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y hace unos meses Estados Unidos hizo oficial su intención de abandonar esta unión.
El problema, según expertos, es que Trump no tiene en cuenta la dimensión global de la lucha contra la pandemia y actúa con la intención de asegurarse de tener todas las posibles curas.
Desde junio, la Casa Blanca ordenó la compra de prácticamente toda la producción, hasta septiembre, del tratamiento de redemsivir de la empresa estadounidense Gilead, una de las dos medicinas que probaron ser útiles contra el coronavirus.
El contrato más jugoso
La operación Warp Speed adjudicó esta semana su mayor contrato; mismo que se traduce en mil 600 millones de dólares a Novavax, una farmacéutica que desarrolla una posible vacuna contra Covid-19 a finales de año.
Sin embargo, este desembolso conlleva un compromiso por parte de la farmacéutica que estará obligada a entregar cien millones de dosis de esta nueva vacuna, un número demasiado alto para una empresa que a penas incursiona en la producción.
Fuente: heraldodemexico.com.mx